Aoki considera que el ajo negro puede consumirse con otras cosas, como por ejemplo en ensaladas, pero sugiere que lo ideal es comerlo solo en ayunas, para consumirlo todos los días. “No cansa. Tampoco hay que abusar, porque queda por las nubes. Si se come la cabeza de ajo entero probablemente no pueda dormir. Hay que consumirlo en ayunas, pero si le cae pesado, hágalo con una comida. Si uno se da cuenta que lo come a la mañana y que a la noche tiene mucha energía, quiere decir que está comiendo demasiado. Todo el exceso que uno tenga se transforma en energía”.
Existen otras alternativas para incorporar el ajo negro, si no le agrada o le da impresión comer los dientes de ajo. “Quedarico darle un toque de ajo negro a los alimentos. Para eso se puede comer en pasta, untar una tostada, condimentar un pollo o un cerdo, pero agregarlo una vez que está cocinado y las comidas quedan más ricas, agridulces, dando un toque en la cocina”
“Lo que uno consume el cuerpo lo toma para donde más lo necesita. El ajo negro es como un superalimento. Aunque sea poco, el cuerpo lo aprovecha al máximo, por eso nosotros recomendamos comerlo en ayunas, porque es el momento en cual el cuerpo asimila más. Si lo come con otra comida, tal vez se le escape. Químicamente es pesado, porque tiene muchos aminoácidos, por más que sea un dientito”
La recomendación que brinda Aoki es dos dientes por persona en ayunas, pero va a depender de cada uno y aclara que “no es una medicina”. “Comience con un diente, si a la semana no sintió ningún efecto, aumentarlo a dos; si a la semana no sintió nada, aumentarlo a tres y a cuatro y dejarlo así por dos o tres meses. Si aún no siente nada, ir aumentando paulatinamente. Esto quiere decir que al cuerpo le está faltando un montón de aminoácidos que necesita y que no lo está tomando de otro lado”, comenta el cocinero.